En el complejo universo de la prestación de servicios de salud, donde cada acción puede ser decisiva, existe un aspecto fundamental que, aunque a menudo pasa desapercibido por tus pacientes, pero que juega un papel crítico en salvaguardar la salud y el medio ambiente: la gestión de desechos sanitarios.
¿Te has detenido alguna vez a reflexionar sobre la importancia de separar adecuadamente los desechos para proteger la salud y vida de las personas que deben gestionar estos desechos?
Es importante que veas a los contenedores azul, verde, rojo, y negro no solo como parte de las exigencias normativas; sino que son vitales guardianes de la seguridad y el bienestar. Por eso quiero contarte sobre el propósito detrás de esta colorida clasificación, una que trasciende la simple organización para convertirse en un acto de responsabilidad y cuidado.
Como profesional de la salud y gerente de tu propia marca prestadora de servicios de salud, enfrentas desafíos normativos. Uno de ellos y que seguro tú también lo viste como una obligación más que como una oportunidad, es la gestión de desechos sanitarios.
A primera vista, el cumplimiento de las normativas para la separación y manejo de desechos puede percibirse como una carga administrativa más. Sin embargo, es fundamental reenfocar esta percepción y comprender la gestión de desechos no solo como un requisito legal sino como una poderosa herramienta para proteger el ambiente y a las personas encargadas de estos procesos.
En el fondo, esta práctica es una expresión de tu compromiso con la salud pública y la responsabilidad ambiental.
Una oportunidad para proteger y preservar.
La clasificación de desechos por colores —azul para reciclables, rojo para sanitarios, verde para orgánicos, y negro para comunes— es mucho más que un simple esquema organizativo. Es una estrategia diseñada para minimizar los riesgos de contaminación cruzada, proteger a los trabajadores que gestionan estos desechos y reducir nuestro impacto ambiental.
Azul = Reciclable: Empezar por los materiales reciclables es reconocer que muchos de los insumos utilizados diariamente tienen potencial de una segunda vida. Esta es una invitación a contribuir activamente a la economía circular, reduciendo la demanda de recursos naturales y promoviendo la sostenibilidad.
Rojo = Sanitario (biológicos infecciosos, cortopunzantes, anatomopatológicos): Al separar adecuadamente estos desechos, estás tomando medidas concretas para prevenir la propagación de infecciones y proteger a aquellos en la línea frontal de la gestión de residuos. Es un acto de responsabilidad hacia la comunidad y personal de salud.
Verde = Orgánico: Al devolver al ciclo natural lo que naturalmente pertenece, estamos participando en un proceso que beneficia al planeta, reduciendo los gases de efecto invernadero y apoyando la salud del suelo.
Negro = Comunes: Incluso los desechos que parecen menos riesgosos tienen su lugar y son los únicos que debería ser tratados como basura.
Cumplimiento normativo, una oportunidad de ser referente.
Para los profesionales de la salud que brindan servicios de salud, adoptar y promover una gestión adecuada de desechos va más allá del simple cumplimiento normativo. Representa una oportunidad para liderar con el ejemplo, demostrando un compromiso con la salud integral y la responsabilidad social y ambiental. Es una manera de reafirmar que tu práctica privada no solo se centra en el bienestar inmediato de tus pacientes sino también en el bienestar a largo plazo de tu comunidad y el planeta.
Además, al integrar estas prácticas en tu día a día y comunicar su importancia a tu equipo y pacientes, estás fomentando una cultura de cuidado y respeto. Esto no solo enriquece tu práctica y te distingue como referente, sino que también contribuye a una sociedad más consciente y responsable.
En Ecuador, el compromiso con la gestión adecuada de los desechos en las entidades de salud se refleja en el marco normativo establecido por el Acuerdo Ministerial 036-2019. Este acuerdo detalla con precisión las directrices y procedimientos que deben seguirse para asegurar una gestión eficaz y segura de los desechos generados en las entidades que prestan servicios de salud.
Es una herramienta vital que orienta a los profesionales de la salud sobre cómo clasificar, almacenar, transportar y disponer correctamente los diferentes tipos de residuos, desde los reciclables hasta los sanitarios, pasando por los orgánicos y comunes.
La existencia de este acuerdo no solo demuestra el compromiso del país con la salud pública y la protección ambiental, sino que también proporciona a los profesionales de la salud un claro entendimiento de sus responsabilidades en este ámbito.
En última instancia, la gestión adecuada de los desechos en las entidades de salud es un reflejo de tu dedicación profesional y respeto por la vida en todas sus formas.
Jennyffer Soto
Consultora en gestión de entidades de salud.
Ayudo a profesionales de la salud a crear y rentabilizar sus negocios, atraer pacientes y gestionar sus marcas. Soy máster en dirección de empresas y gestión sanitaria, especialista en productividad, costos y calidad, certificada en copywriting, Scrum Master, desing thinking, salud ocupacional, diseñadora de proyectos sanitarios.
He gestionado entidades de salud desde el 2007 y hoy soy CEO de SALUS Consultora®, fundadora de ADN Club un sitio de membresía para profesionales de la salud, creadora del programa de mentorías para emprendedores sanitarios donde ayudamos a crear negocios rentables desde 0 y autora del libro Salud con Calidad.